Para aquellos que no conocen la Medalla de San Benito, éste es un sacramental reconocido por la Iglesia Católica con gran poder de exorcismo y de liberación de las influencias demoníacas. Como todo sacramental, su poder está, no porque sea una medalla bonita y bendecida y contenga una oración inscrita en ella; ¡no caigamos en esa superstición!
Su poder radica en Cristo mismo, quien le otorga a la Iglesia y por la fervorosa disposición de quién usa la medalla. ¡Actúa mediante la Fe!, ¿recuerdas a la hemorroísa que pensando que sólo con tocar el manto de Jesús quedaría sana? ¿Y qué me dices de las personas que eran sanadas y exorcisadas a través de paños o lienzos que habían estado en contacto con San Pablo?
“Y hacía Dios milagros extraordinario por mano de Pablo de tal manera que aún se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo y las enfermedades se iban de ellos y los espíritus malos salían” (Hechos 19,12)
Recordemos el poder que dejó Cristo sobre sus apóstoles: “Todo lo que aten en la tierra quedará atado en el Cielo y todo aquello que desaten en el Tierra quedará desatado en el Cielo.” (Mt 18,18)… eso es un poder que confirió Cristo sobre su Iglesia para que así todo lo que decreten en Favor del rescate de las almas, sea reconocido por Cristo como una buena Obra.
Analizando la medalla
¿Observaste alguna vez esta medalla y te preguntaste qué significaban todas esas inscripciones o jeroglíficos? Ok, comencemos:
La parte delantera y trasera están cubiertas con letras que no parecen tener ningún sentido. En realidad el significado completo de esta medalla fue un misterio durante muchos años, hasta que un importante descubrimiento se hizo en 1647 en la abadía de Metten en Baviera. Encontraron un manuscrito del año 1415, que explica la simbología inscrita en la medalla.
Descifrando el significado de la medalla
La parte frontal: San Benito se muestra en el centro de la medalla. En su mano derecha sostiene una cruz. La cruz representa el poder salvador de Cristo y la obra de la evangelización por los benedictinos largo de los siglos. En su mano izquierda es un libro que contiene la Santa Regla de su orden. A su derecha está una taza rota. Esta copa se decía que había sido envenenada por unos monjes rebeldes que no estaban a gusto con San Benito. La copa se rompió cuando San Benito hizo una señal de la cruz sobre ella y le salvó la vida. A su izquierda hay un cuervo. El cuervo lleva una hogaza de pan envenenado que los monjes trataron de dar a San Benito.
Por encima de la cabeza son las palabras: Crux Sancti Patris Benedicti (Cruz del Santo Padre Benito). Alrededor del borde son las palabras: Ejus en obitu nostro praesentia muniamus. (Que en nuestra muerte seamos fortalecidos por su presencia). Debajo de sus pies son las letras: EX SM CASINO MDCCCLXX (Desde santo Monte Cassino, 1880).
El reverso: La parte trasera de la medalla está dominada por una gran cruz.
Empezando por la parte superior, en el sentido del reloj, y alrededor del borde, aparecen las iniciales de la oración de exorcismo:
Se recita entonces así: “Que La santa Cruz sea mi luz y que el Demonio no sea mi guía. Retírate Satanás. No me sugieras vanidades. Cosas malas son las que tú ofreces. Bebe tú mismo tu veneno. Paz.”
Indulgencias y bendiciones especiales
La propia Medalla en sí, como ya lo explicamos anteriormente no tiene poder en absoluto. Los portadores deben tener cuidado de no caer en actos de superstición. La Medalla es simplemente un signo visible de la devoción interior y la creencia que el fiel tiene a Jesús y su siervo, San Benito y ¡actúa mediante la Fe!
La medalla incluye una indulgencia incondicional a cualquier persona en el momento de la muerte que “use, bese o tenga la Medalla entre las manos con veneración”. También se otorga si la persona encomienda su alma a Dios, hace una buena confesión o recibe la Santa Comunión. Si la persona no puede hacer esto, puede invocar con sus labios el Santo Nombre de Jesús con profundo sentimiento de contrición, o con el corazón si la persona no puede hablar.
Indulgencias plenarias: Si la persona se confiesa, recibe la Eucaristía, ora por el Santo Padre en las grandes fiestas y durante esa semana reza el santo rosario, visita a los enfermos, ayuda a los pobres, enseña la Fe a los niños o participa en la Santa Misa, puede recibir esta indulgencia. Las grandes fiestas son: Navidad, Epifanía, Pascua de Resurrección, Ascensión, Pentecostés, la Santísima Trinidad, Corpus Christi, La Asunción, La Inmaculada Concepción, el nacimiento de María, todos los Santos y fiesta de San Benito
No porque algunos desconocían este Sacramental y no practiquen su devoción no quiere decir que no tiene Poder, volvemos a recordar que el Poder se lo Confirió Cristo mismo a través de su mandato en (Mt 18,18)
fuente: aleteia.org
Virgen de las Lágrimas de Siracusa Súplica a la Virgen de las Lágrimas Virgen de… Read More
Santísima Trinidad, Dios Trino y Uno, Padre, Hijo y Espíritu Santo, principio y fin nuestro,… Read More
Santa Margarita de Hungría fue una religiosa de la orden dominica quien vivió durante el… Read More
Medjugorje: ¿Qué tiene que decirnos hoy la Reina de la Paz? Mensaje del 25 de… Read More
Salmo 18.8.9.10.15 R/. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida La ley del Señor es perfecta… Read More
Evangelio según San Marcos 2,13-17. En aquel tiempo, Jesús salió de nuevo a la orilla… Read More