Señor Jesús, que haciéndote hombre,
quisiste compartir el sufrimiento de nuestra naturaleza humana,
te suplico por la intercesión de San Camilo,
que amó y sirvió intensamente a los pobres y a los enfermos,
que ayudes a los que viven el difícil momento del sufrimiento.
Así como en tu vida mostraste una particular predilección por los enfermos, muestra ahora tu bondad paterna a quien está en el dolor.
Sana al que está llagado en el cuerpo y en el espíritu,
sostiene la fe de los que bajo la cruz vacilan por la fuerza del mal,
abre horizontes de esperanza a los que están en la oscuridad.
Haznos, como San Camilo,
concientes de que en el rostro del enfermo, del que sufre,
está tu mano golpeando a nuestro corazón.
Reaviva mi fe de que estás presente en los hermanos
y dame la ternura de tu amor para servirlos y amarlos con tu corazón.
¡San Camilo de Lellis,
ruega por nosotros!