“¿Estoy convencido del amor de Cristo por mí y del mío por él?
Esta convicción es como la luz del sol que hace subir la savia de la vida y florecer los brotes de la santidad. Esta convicción es la roca sobre la que se construye la santidad”. El demonio pude usar las heridas de la vida y, a veces, nuestros propios errores, para hacerte creer que es imposible que realmente Jesús te ame, que realmente está aferrado a ti. Esto es un peligro para todos nosotros. Y es tan triste, porque es completamente contrario a lo que Jesús realmente quiere, a lo que está esperando decirte…
Él te ama siempre, incluso cuando crees no merecerlo”. “Jesús te ama tiernamente, eres precioso para Él. Dirígete a Jesús con gran confianza y permítete a ti mismo ser amado por él. El pasado pertenece a su misericordia, el futuro a su providencia, y el presente a su amor”.
“No tengas miedo – eres precioso para Jesús. Él te ama”.
Pide la gracia de estar convencido del amor incondicional y personal de Jesús por ti.
Pide la gracia de conocer a Jesús íntimamente.