Todas las personas deberían tomarse al menos un minuto de su vida para conocer la maravillosa historia del hijo rojo.
En la otra punta del mundo, más precisamente en Japón, existe una interesante leyenda llamada “El hilo rojo del destino“. La misma cuenta dos personas están predestinadas a conocerse y estar juntas. Estos dos sujetos se encuentran unidos por un hilo rojo atado al dedo meñique de cada una y este nunca pero nunca podrá romperse o cortarse pase lo que pase, resistirá a cualquier problema o controversia, porque esta predeterminado por el sagrado destino japones.
El hilo rojo del destino también tiene fundamentos científicos y biológicos. Se llama de esta forma por la arteria ulnar, que es la que conecta el corazón con el dedo meñique en el organismo humano. El hilo rojo simbolizaba el interés compartido y la unión de los sentimientos entre dos personas. De esta gran leyenda es que surge la costumbre mundial de que cuando dos personas se hacen una promesa importante, se cruzan y aprietan los dedos meñiques, muchas veces a esta practica la vemos en películas de hollywood.
El hijo rojo existe entre dos desde sus nacimientos, independientemente del momento en que ellos se encuentren o conozcan. No puede romperse en ningún caso, aunque a veces pueda estar más o menos tenso, siempre estará ahí. Las dos personas que estén unidas por ese hilo rojo, están destinadas a tener un lazo afectivo extremadamente leal y sincero.