que nos diste un bello mensaje de amor,
de unión, de misericordia y esperanza,
en el Santuario a los tres Pastorcitos
y nos pediste que no dejáramos de orar
para alcanzar la paz en el mundo,
la paz en nuestros hogares y en nuestras almas,
y para apartar, por medio de nuestras plegarias,
los males que nos acechan,
las adversidades que nos causan tristeza
y las calamidades que nos afligen,
tanto del alma como del cuerpo,
concédenos tu maternal protección y asistencia
en todos los momentos de nuestras vidas,
en especial en las horas amargas de enfermedad.
Bendita Nuestra Señora de Fátima
salud de los enfermos
y consoladora de los afligidos!,
que movida por el ruego de los pastorcitos,
Lucia de Jesús, María y Francisco Marto,
obraste ya prodigiosas curaciones
en las apariciones en Fátima,
y con gran generosidad otorgas tus milagros
en favor de todos los afligidos y enfermos,
te pedimos que escuches y atiendas
a los ahora llenos de esperanza te invocamos
y acudimos a tu Corazón maternal
llenos de filial confianza,
suplicando tu mediación poderosa ante Jesús, tu Hijo,
para que ……. (nombre de la persona enferma)
sea aliviado de sus dolores, de sus congojas,
y cuanto antes, si es la voluntad del Padre Celestial,
sea sanado de su enfermedad.
Echa sobre ……. una mirada de compasión
y remedia con la ternura de tus amorosas manos
los padecimientos y sufrimientos que le aquejan,
dale bienestar, entereza, fortaleza, energía y paciencia,
y llénale de esperanza en su pronta curación.
Tu que tanto bien has distribuido,
Tú que hoy en día sigues obrando miles de prodigios
sobre los que llenos de esperanza
han solicitado tus cuidados y protección,
sobre los que han rogado tu milagrosa intervención,
no abandones a …….
que tanto precisa de tu ayuda,
derrama tus compasivas gracias y favores
sobre su cuerpo enfermo
y haz que consiga salir cuanto antes
de su grave enfermedad.
Señora y Reina, Madre y amiga,
milagrosísima Virgen de Fátima,
escucha nuestras ardientes suplicas
y concédenos lo que con total seguridad pedimos,
queremos que ……. siga estando a nuestro lado
por mucho más tiempo y sea feliz junto a nosotros,
libre de toda aflicción y sano-a de cuerpo y alma.
Madre, danos tu patrocino y auxilio
y guíanos por el camino de una fe viva en Jesús,
nuestro Señor y Salvador.
Así sea.
Rezar la Salve, Padrenuestro y Gloria.
Hacer la oración y los rezos tres días seguidos,
o nueve, como una novena,
si la petición es muy difícil y desesperada.
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