¡Oh glorioso santo!, bienaventurado san Chárbel,
llamado por Dios para vivir en soledad,
consagrado por amor solo a Él,
y que con penitencia y austeridad,
e inspirado por la luz de la Eucaristía,
llevaste tu cruz con paciencia y abandono,
ilumina con tu inmensa fe nuestro camino,
y con tu aliento fortifica nuestra esperanza.
San Chárbel hijo bienamado de Dios,
que en la ermita, apartado de todo en la tierra
y con autentica pobreza y humildad,
experimentaste el sufrimiento de cuerpo y alma
para entrar glorioso en el cielo,
enséñanos a llevar las dificultades de la vida
con paciencia y valentía,
y sálvanos de todas las desgracias
que no podamos soportar.
San Chárbel, santo milagroso
e intercesor poderoso de todo necesitado,
acudo a ti con toda la confianza de mi corazón
a solicitar tu auxilio y amparo en esta difícil situación,
te ruego me otorgues urgentemente la gracia
de la que hoy tengo tanta necesidad,
(hacer la petición)
Una sola palabra tuya a tu amor, Jesús Crucificado,
nuestro Salvador y Redentor,
es suficiente para que Él se apiade de mi
y responda con celeridad a mi solicitud.
San Chárbel virtuoso,
tú que tanto amaste la sagrada Eucaristía,
que te alimentaste de la Palabra de Dios
en el Santo Evangelio,
que renunciaste a todo aquello
que te separara del amor a Jesucristo Resucitado
y a su Santísima Madre, la Virgen María,
no nos dejes sin pronta solución,
y ayúdanos a conocer a Jesús y a María cada vez más,
para que nuestra fe se incremente,
para servirle mejor y así escuchar la voz de Dios,
para cumplir su voluntad y vivir de su amor.
Amén.
Rezar pidiendo la intercesión del milagroso san Chárbel,
el Credo, la Salve y Gloria.