“Así es María con nosotros, sus hijos: mujer luchadora frente a la sociedad de la desconfianza y de la ceguera, frente a la sociedad de la desidia y la dispersión; mujer que lucha para potenciar la alegría del Evangelio, lucha para hacer “carne” el Evangelio”, agregó Francisco al celebrar a Nuestra Señora de Guadalupe en su fiesta.
Se trata de una fiesta muy sentida por millones de católicos en todo el mundo, quienes rinden honor a quien es patrona de América y de las Filipinas.
“Celebrar a María es, en primer lugar, hacer memoria de la madre, hacer memoria de que no somos ni seremos nunca un pueblo huérfano. ¡Tenemos Madre!”, expresó Francisco ante una participación masiva de fieles, especialmente provenientes de las comunidades latinoamericanas y filipinas en Roma.
“Y donde está la madre hay siempre presencia y sabor a hogar. Donde está la madre, los hermanos se podrán pelear pero siempre triunfará el sentido de unidad. Donde está la madre, no faltará la lucha a favor de la fraternidad”, expresó en presencia de numerosos cardenales, obispos, religiosos, religiosas, miembros de la Curia Romana y del cuerpo diplomático.
En esta oportunidad, la misa fue acompañada por algunos cantos litúrgicos muy antiguos, compuestos en lenguas indígenas, entre ellos un himno dedicado a la Virgen de Guadalupe compuesto en “nahuatl”, la lengua del “Nican Mopohua”, que contiene el relato de las apariciones de la Virgen al indio san Juan Diego, así como otras piezas antiguas en quechua, mapuche y guaraní.
Al final el Papa rezó: “Danos la paz y el trigo, Señora y Niña nuestra. Una patria que sume hogar, templo y escuela. Un pan que alcance a todos. Y una fe que se encienda por tus manos unidas y por tus ojos de estrella. ¡Amén!.
La participación del Coro de la Capilla Sixtina, oficial de las celebraciones pontificias en la Basílica, se combinó con la del Coro Latinoamericano, dirigido por el Maestro Eduardo Notrica.