Hoy 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer. Incluso, hoy en día, circulan varias versiones que citan fábricas nunca existidas para justificar la creación de este evento, como aquel de las trabajadoras de la industria textil Cotton en Nueva York, de que no hay documentos o imágenes que certifiquen la existencia.
Por el contrario hay muchas fotos sobre el incendio que se estalló en la Triangle Shirtwaist Company, una fábrica de camisas ubicadas en los últimos 3 pisos de un edificio de Washington Place. Aquí estaban trabajando cerca de 500 chicas que fueron sometidas a ritmo extenuante. Las entradas estaban bloqueadas para impedirle de dejar su lugar de trabajo, incluso por algunos minutos. Un día ardió un incendio que partiendo de la octava planta, lamió la novena, devastando la décima provocando la muerte de estas joven mujeres.
Es por eso que el 8 de marzo debe ser un recordatorio, para recordar todas las mujeres que, cotidianamente, son violadas, heridas, humilladas, mutiladas, secuestradas, víctimas de tramos o reclutadas como novias de terroristas; sumisas a nivel psicológico, encerradas en las casas solas con su dolor, frágil, sin que el coraje de decir “basta”, denunciando los abusos sufridos por su pareja. Mujeres desesperadas que asisten impotentes frente a la muerte de sus hijos a causa de la carestía y el hambre, a los que se iluminan con alegría a la vista de la leche en polvo distribuido por los voluntarios; a las enfermos de SIDA que luchan por vivir y morir con dignidad, a las que arrancan de la tierra una frágil supervivencia con su duro trabajo.
Como cada festividad, el consumismo está reemplazando los valores y la historia, de hecho, el día de hoy, por desgracia, es vista por muchas mujeres sólo como una oportunidad para concederse una noche diferente. Pero, al revés, este día debe ser una oportunidad de reflexión sobre la condición femenina: sobre los progresos realizados por las mujeres y en particular sobre cuantas “batallas hay que superar para poder decir que realmente existen “iguales oportunidades.”