Las mujeres, atemorizadas pero llenas de alegría, se alejaron rápidamente del sepulcro y fueron a dar la noticia a los discípulos.
De pronto, Jesús salió a su encuentro y las saludó, diciendo: “Alégrense”. Ellas se acercaron y, abrazándole los pies, se postraron delante de él.
Y Jesús les dijo: “No teman; avisen a mis hermanos que vayan a Galilea, y allí me verán”.
Mientras ellas se alejaban, algunos guardias fueron a la ciudad para contar a los sumos sacerdotes todo lo que había sucedido.
Estos se reunieron con los ancianos y, de común acuerdo, dieron a los soldados una gran cantidad de dinero,
con esta consigna: “Digan así: ‘Sus discípulos vinieron durante la noche y robaron su cuerpo, mientras dormíamos’.
Si el asunto llega a oídos del gobernador, nosotros nos encargaremos de apaciguarlo y de evitarles a ustedes cualquier contratiempo”.
Ellos recibieron el dinero y cumplieron la consigna. Esta versión se ha difundido entre los judíos hasta el día de hoy
Palabra del Señor
Cada 5 de Abril la Iglesia recuerda a San Vicente Ferrer, miembro de la Orden… Read More
Meditación Somos siempre, de alguna manera, dispuestos a dar prioridad a las peticiones de aquellos… Read More
Medjugorje: ¿Qué tiene que decirnos hoy la Reina de la Paz? Mensaje del 25 de… Read More
Salmo 7,2-3.9bc-10.11-12 R/. Señor, Dios. mío, a ti me acojo Señor, Dios mío, a ti me… Read More
Evangelio según San Juan 7,40-53. En aquel tiempo, algunos de entre la gente, que habían… Read More
Oración de acción de gracias para rezar por la noche.Una poderosa súplica para invocar bendiciones… Read More