Jesús nos enseña a transformar los malos sentimientos en fuentes de bendición
Dentro de nosotros existen muchos sentimientos negativos que crean temor, tristeza, envidia, decir una mentira y nos impiden vivir la verdadera felicidad. Pero, Jesús nos enseña el remedio para curar estos malos sentimientos y transformarlos en fuente de bendición.
En Juan 7,38 se puede leer: “El que crea en mí, como dice la Escritura: De su seno correrán ríos de agua viva”. Es decir el Espíritu Santo. Jesús habla de un río de agua viva, un río de agua cristalina con el poder de irrigar los sentimientos negativos y transformarlos en sentimientos de victoria.
Si dejamos al Espíritu Santo actuar, el miedo se convierte en coraje. La tristeza da lugar a la alegría, porque experimentamos la certeza, la confianza en los cuidados de Dios. La envidia se trasforma en capacidad para ver en el ejemplo de los demás el estímulo para sacar lo mejor de nosotros mismos. Y, finalmente, la mentira da lugar a la verdad porque: la verdad es Jesús, y el padre de la mentira es el diablo.
Sean cuales sean los sentimientos negativos que ahora están en tu corazón, reza:
Espíritu Santo, cúrame, libérame y dame tu fuerza.
