A Gloria Polo, el Señor le concedió volver a la vida, pero no a la misma vida…
El 5 de mayo de 1995 la odontóloga Gloria Polo fue atravesada por un rayo cuando caminaba por la calle en un día de tormenta. Fue trasladada al hospital donde entró en paro cardiaco. Sus miembros estaban carbonizados y había pocas esperanzas de sobrevivir.
Mientras debatía entre la vida y la muerte, experimentó la separación entre el alma y el cuerpo. El Señor le hizo ver toda su vida y le mostró todo los daños que sus pecados habían provocado, tanto en ella misma como en los demás.
Gloria consiguió salir adelante, a pesar de las secuelas que dejaron las quemaduras internas y externas. Su vida cambió radicalmente después de esta experiencia. Ella era una mujer vanidosa, provocadora, feminista, orgullosa, que promovía el aborto y la anticoncepción…
Ahora ha una vida cristiana coherente, pasa muchas horas delante del Santísimo Sacramento. Viaja por todo el mundo para dar testimonio de las cosas que vio, invitando a la conversión.
En el tiempo que estuvo fuera de su cuerpo pudo comprender qué eran el cielo, el infierno y el purgatorio. Ahora dedica su vida a dar testimonio de las verdades que vio con un mensaje de esperanza que llama a la conversión. El mensaje que repite es el del gran amor de Dios por las almas, que busca siempre la salvación del hombre. “Dios nos llama con tanto amor.., a gritos, porque no quiere que nos condenemos”.
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