Glorioso apóstol San Judas Tadeo
siervo fiel y amigo de Jesús,
tú que eres el bendito patrón
de los casos difíciles y desesperados,
ruega e intercede por mí con presteza,
pues me encuentro agobiado
en esta hora de gran desdicha.
Mi muy sagrado san Judas Tadeo
socórreme visible y prontamente,
no desoigas mi petición,
pues yo acudo a ti con impaciencia
y con la mayor de las esperanzas,
sabiendo que es grande tu bondad
aunque por tu nombre fueras tachado de desleal.
Te prometo San Judas
recordar siempre este favor
y no dejar de honrarte
como mi más poderoso protector
y mi grandísimo benefactor:
(Hacer ahora con fervor la petición).
“San Judas Tadeo, Apóstol Glorioso,
haced que mis penas se vuelvan gozo.”
(Repetir esta estrofa tres veces)
En el nombre del Padre,
y del Hijo,
y del Espíritu Santo.
Amén.
Rezar el Credo, Padrenuestro y Gloria.
La oración se hace tres días consecutivos. Si la petición es muy difícil y desesperada, es mejor hacerla nueve días, como una novena.
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