Los médicos del Hospital de Niños de San Miguel en Argentina, no encuentran explicación a la rápida recuperación de Martín Chaín, un niño de 3 años que cayó, mientras jugaba, desde el balcón de su apartamento en el noveno piso.
El accidente del 7 de junio dejó al pequeño al borde de la muerte, sin embargo, demoró solo 20 días para recuperarse y no presenta secuelas a largo plazo, algo que para el personal del hospital “puede haber sido un milagro”.
“Yo estaba trabajando cuando me llegó un mensaje de voz de Máximo, mi marido. Estaba a los gritos. Me decía que Martín se había caído del balcón”, dijo la madre del menor, Florencia Núñez, al diario Clarín.
El día del accidente, el padre de Martín preparaba algo para comer cuando el pequeño fue solo en el balcón y, jugando, se subió a la baranda. Posteriormente, el niño cayó casi 30 metros a un patio del edificio sin que nada amortiguara el golpe.
“Al asomarse, Maxi vio a Piti (Martín) boca abajo, tirado sobre un sector de tierra mojada, entre escombros. Y lo vio moverse”, detalló Núñez.
El padre bajó de inmediato a buscar a Martín y lo llevó al Hospital de Niños de Tucumán, donde fue atendido de urgencia. Los médicos se sorprendieron al ver al pequeño consciente que lloraba pero sin ninguna fractura.
Sin embargo, la situación seguía siendo grave, ya que el niño sufrió traumatismos en el abdomen y el cráneo, además de una contusión pulmonar que le generó problemas respiratorios.
Durante semanas estuvo bajo un coma inducido, conectado a un respirador artificial y con sondas de alimentación.
Florencia recordó que frente a la grave condición de su hijo, “no paramos de rezar y Piti de a poco empezó a mejorar. Un día, mientras le cantaba una canción de la Virgen, finalmente despertó”.
Desde ese momento Martín comenzó a recuperarse. Primero pasó a terapia intermedia, luego le sacaron el respirador y finalmente fue dado de alta.
“Solo presenta algunos problemas para caminar, pero no es algo permanente. Con fisioterapia podrá recuperarse al cien por ciento. Tendrá que seguir con psicólogo y controles físicos durante un tiempo, pero no esperamos que tenga mayores problemas a largo plazo. Es increíble”, dijo Cristina García de Alabarse, directora del hospital.
Pese a ser una “mujer de la ciencia”, García dijo que jamás escuchó “un caso similar. Es, como mínimo, poco habitual que una persona pueda caer desde semejante altura y presentar tan pocas secuelas”.
“Hay veces que a nosotros, como profesionales, no nos queda otra que ponernos en manos de Dios. Soy católica y creo que los milagros existen. Acá algo hubo”, añadió.
Después de la rápida recuperación de Martín, Florencia comentó que también fueron testigos de una “intervención divina” en una niña que conocieron en el hospital que “estaba con problemas cardíacos muy graves”.
“Los doctores les dijeron a sus padres que era inminente que su corazón se parara. Pero rezamos mucho y, de forma totalmente inesperada, se terminó recuperando a la par que mi hijo. De a poco, todos los otros chicos internados también fueron mejorando”, dijo Florencia.