En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: «Si quieres, puedes limpiarme.»
Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó, diciendo: «Quiero: queda limpio.»
La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio.
Él lo despidió, encargándole severamente: «No se lo digas a nadie; pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés.»
Pero, cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo, se quedaba fuera, en descampado; y aun así acudían a él de todas partes.
Palabra del Señor
Abril es el mes dedicado a la Divina Misericordia. En las semanas de este mes,… Read More
Feliz cumpleaños a la vidente Marija Pavlovic Lunetti FELICIDADES - Marija Pavlovic Lunetti nació el… Read More
Medjugorje: ¿Qué tiene que decirnos hoy la Reina de la Paz? Mensaje del 25 de… Read More
Salmo 45,2-3.5-6.8-9 R/. El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios… Read More
Evangelio según San Juan 5,1-16. Se celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió… Read More
Estamos viviendo días atribulados, confinados en un miedo que nos esclaviza a los movimientos, parece… Read More