A través de una carta pastoral titulada “Fuimos hechos para grandes cosas”, el Arzobispo de Los Ángeles, Mons. José Gómez presentó seis prácticas que pueden ayudar a alcanzar la santidad. El trabajo es resultado de una compilación basada en la vida de los Santos y maestros de vida espiritual.
Según el prelado, para ser semejantes a Nuestro Señor Jesucristo es necesario un plan de vida. “Con eso quiero decir que necesitamos vivir con un propósito. Nuestras vidas deben ser conducidas por un deseo alegre de trabajar con la gracia de Dios para ser más como Cristo día tras día, año tras año”.
Mons. José Gómez explicó que el progreso se consigue “a través de los buenos hábitos”, en seguida presentó seis prácticas que fueron “recomendadas por los Santos y maestros de la vida espiritual” y que “puedo decir que dieron frutos en mi propia vida espiritual”.
En primer lugar, debemos ser conscientes de la presencia de Dios, o sea, es necesario tener contacto con Dios a través de la oración al inicio y al final del día, ofreciendo el día a Él de mañana y reflexionando en lo que se hizo al final de la jornada. “Nuestro objetivo es tener la certeza de que nosotros estamos vivos bajo la mirada amorosa de Dios y que con su gracia es posible hacer todo por amor a Él”, resaltó.
En segundo lugar, es preciso reservar un tiempo todos los días para la oración. Según el prelado es recomendable que durante el día nos distanciemos durante algunos minutos de los trabajos cotidianos, para estar en la soledad delante del Señor. El propósito de la oración es llevar al hombre a la presencia del Dios vivo en una actitud de humildad, de amor y alabanza.
Lectio Divina, Misa, Exámen de Consciencia, Confesión
En tercer lugar, el Arzobispo aconseja que se lea diariamente un pasaje del Evangelio, práctica también conocida como ‘lectio divina’. Para el prelado, solo se puede conocer a Jesús a través de sus enseñanzas y de su vida que están reflejados en el Evangelio. “Cuánto más recemos con los Evangelios, tendremos más ‘mente de Cristo’. Sus pensamientos y sentimientos, viendo la realidad a través de sus ojos”.
En cuarto lugar, se recomienda la participación frecuente a la Santa Misa. Lo ideal, de acuerdo con el Arzobispo, es ir a Misa todos los días de la semana, además del domingo, buscando oportunidades para orar y adorar al Santísimo Sacramento.
En quinto lugar, se pide que sea realizado un examen de consciencia diario y que se confiese frecuentemente, pues la confesión ofrece una sensación de liberación y paz en el alma cuando los pecados son perdonados. “Participar del sacramento sanador de Cristo es una gracia. Poder pronunciar su palabra de perdón, poder perdonar los pecados en su nombre. No hay mayor privilegio que pueda imaginar, ni algo más maravillas sobre la tierra”, comentó.
En sexto lugar, Mons. José Gómez sugiere que se realice obras espirituales y materiales de misericordia. “Amar es la forma de imitar a Cristo. Necesitamos amar a los otros como Jesús los ama, comenzando por las personas más próximas. Comenzar por nuestras familias y después salir”.
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