Seis días antes de la Pascua, fue Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos. Allí le ofrecieron una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban con él a la mesa. María tomó una libra de perfume de nardo, auténtico y costoso, le ungió a Jesús los pies y se los enjugó con su cabellera. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume.
Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dice:
«¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios para dárselos a los pobres?».
Esto lo dijo, no porque le importasen los pobres, sino porque era un ladrón; y como tenía la bolsa, se llevaba de lo que iban echando.
Jesús dijo:
– «Déjala; lo tenía guardado para el día de mi sepultura; porque a los pobres los tenéis siempre con vosotros, pero a mí no siempre me tenéis».
Una muchedumbre de judíos se enteró de que estaba allí y fueron, no sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado de entre los muertos.
Los sumos sacerdotes decidieron matar también a Lázaro, porque muchos judíos, por su causa, se les iban y creían en Jesús
Palabra del Señor
En la Eucaristía está verdaderamente el Señor Jesús Descubre algunos de los fenómenos místicos relacionados… Read More
Medjugorje: ¿Qué tiene que decirnos hoy la Reina de la Paz? Mensaje del 25 de… Read More
Salmo 22,1-3.4.5.6 R/. El Señor es mi pastor, nada me falta El Señor es mi pastor,… Read More
Evangelio según San Mateo 16,13-19. En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea… Read More
Medjugorje: ¿Qué tiene que decirnos hoy la Reina de la Paz? Mensaje del 25 de… Read More
Salmo 32,10-11.12-13.14-15 R/. Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad El Señor deshace… Read More