“A nuestro bebé le crecieron sus alas esta noche a las 2:30 a.m. Estamos con el corazón roto. Gracias a todos por todo su apoyo”, expresaron Kate James y Thomas Evans desde la cuenta de Facebook de Alfie’s Army.
En los últimos meses un verdadero ejército de personas de todo el mundo se unió en oración y gestos de solidaridad por el pequeño niño.
Alfie tenía 23 de meses de edad y permanecía hospitalizado desde diciembre de 2016 en “estado semi-vegetativo” debido a una condición neurológica degenerativa desconocida.
Durante meses los padres sostuvieron una batalla legal con el hospital Alder Hey de Liverpool –donde se encontraba el pequeño–, debido a que el centro médico deseaba desconectarle el soporte vital y dejarlo morir, argumentando que era lo mejor para Alfie.
Ambos padres recurrieron sucesivas veces a los tribunales de Reino Unido y al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo para que les permitieran llevar al niño a otros centros médicos que se ofrecieron a acogerlo, entre ellos el Hospital Pediátrico Bambino Gesú de Roma y el Instituto Neurológico Carlo Besta de Milán. Pero todos sus pedidos fueron rechazados por los jueces.
El Papa Francisco también se pronunció y solicitó escuchar el clamor de los padres, e incluso el Gobierno de Italia le concedió la nacionalidad italiana el 23 de abril y preparó un avión para que lo llevase a este país.
Sin embargo, con el respaldo del juez Anthony Hayden del Tribunal Supremo de Inglaterra y Gales, el Alder Hey desconectó el soporte vital la noche del lunes 23. Según el cálculo de los médicos el niño debía fallecer dentro de las seis primeras horas, pero Alfie comenzó a respirar por cuenta propia y luego de nueve horas de lucha le volvieron a suministrar oxígeno e hidratación.
Otros líderes internacionales como el presidente de Polonia, Andrzej Duda; y el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, también pidieron salvar la vida de Alfie.
Asimismo, cientos de personas acudieron al hospital para exigir que se respetara la voluntad de los padres y la vida del niño, sin embargo, fueron repelidos por la policía británica.
Finalmente, el 26 de abril los padres de Alfie publicaron una conmovedora carta agradeciendo a las personas por el apoyo brindado todos estos meses, pero les pidieron que regresaran a sus casas porque ahora deseaban construir una relación positiva con el Alder Hey y así poder llevar a su hijo a casa.
“Estamos muy agradecidos y apreciamos todo el apoyo que hemos recibido de todo el mundo, incluidos nuestros seguidores italianos y polacos, que han dedicado su tiempo y apoyo a nuestra increíble lucha. Ahora le pedimos que regresen a su vida cotidiana y permita, a Kate y a mí, formar una relación con Alder Hey, construir un puente y cruzarlo”, escribieron.
En una entrevista al sitio web italiano In Terris, el Presidente Emérito de la Pontificia Academia para la Vida y experto en bioética, Cardenal Elio Sgreccia, señaló que el caso de Alfie Evans constituye “un ataque a la institución familiar” y advirtió que “todo nace del estatismo. Eso nos hace estremecer cuando suscita el recuerdo de lo que han hecho en la historia los regímenes totalitarios”.
“La dignidad de la persona se mantiene en cada fase de la vida, ya sea cuando está sana o cuando se encuentra a punto de morir. Sin embargo, es el beneficio económico lo que prevalece. Se deja morir a una persona porque la asistencia tiene un costo: se deja morir para ahorrar”, señaló el 23 de abril.
En ese sentido, denunció que el caso del pequeño Alfie es el resultado de “una dictadura económica sobre la vida humana: se trata de una perversión y debe ser considerada así”.
Fuente: ACIPrensa
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