Esta simple realidad de Nuestra Señora es más maravillosa que todas sus apariciones y milagros

Durante los últimos años, la ciencia ha propuesto investigaciones que ahondan en la cuestión de por qué la conexión maternal es tan fuerte, uno de los motivos es lo que se conoce como microquimerismo, en palabras sencillas quiere decir que las células se intercambian, cuando el bebé está en el útero, algunas de sus células con su propio ADN, entran en la madre y siguen viviendo en su interior después del nacimiento del bebé.

Por otra parte, existen indicios de que las células de la madre se transfieren al bebé, quizás esto no lo explique todo de la relación entre madre e hijo, pero sin duda es un firme recordatorio de hasta qué punto están conectados.

De forma diferente, mística, pero no menos real, esa es la relación que Nuestra Señora tenía con Jesús y que tiene con todos nosotros.

Antes de que empezaran las investigaciones sobre microquimerismo, el obispo Fulton J. Sheen fallecióm pero transmitió el mismo significado a nivel espiritual “¿No puedes ver que si el mismo Cristo estuvo dispuesto formarse físicamente en Ella durante nueve meses y después ser formado espiritualmente por Ella durante treinta años, es a Ella a quien debemos acudir para que Cristo se forme en nosotros?”.

La simple realidad de que María es nuestra madre y que participa en nuestra educación en la fe, es más maravillosa que todos los milagros y apariciones juntos.

Fuente: enlacecatolico.info

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