- En primera hay que reconocer en nosotros mismos estos momentos de desolación espiritual, cuando estamos en la oscuridad, debemos preguntarnos por qué.
- Después debemos orar al Señor, como en la lectura del Salmo 87, que nos enseña a orar durante nuestros momentos oscuros: “Que mi oración delante de ti, Señor”.
- En tercera cuando estemos cerca de personas que estén sufriendo de esto debemos estar en silencio, pero un silencio con mucho amor, con cercanía y caricias, y no hay que hacer discursos que no ayudan en la final e incluso pueden hacer daño.
Pidamos al señor que nos conceda estas tres gracias; la de reconocer la desolación espiritual, la de orar cuando estemos afligidos por este sentimiento de desolación espiritual y también la de estar cerca de las personas que están sufriendo terribles momentos de tristeza y desolación espiritual.
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