I. Excelso arcángel san Rafael, tú que con tu mismo nombre, que significa medicina de Dios, nos hiciste evidente tu virtud y tu carácter, sana, te suplico, mi alma de todas las enfermedades espirituales que me atormentan.
Padrenuestro, Ave, Gloria.
Bendita la Santísma Trinidad por las gracias concedidas a san Rafael Arcángel.
2. Oh arcángel poderoso que, siendo uno de los siete notables espíritus que asisten al Trono del Altísimo, te dignaste bajo el nombre de Azaría servir de guía al joven Tobias, cuando debía ira a Rages para cobrar a Gabelo; ayúdame, para que aprenda de ti la humildad verdadera, me someta voluntariamente, de acuerdo con las diversas circunstancias, a las personas más bajas e ínfimas, y me adapte para ayudarlas en sus sufrimientos.
Padrenuestro, Ave, Gloria.
Bendita la Santísma Trinidad por las gracias concedidas a san Rafael Arcángel.
3. Oh, benigno Arcángel, que con gozo y placer extiendes tus sabias y celestiales enseñanzas en el espíritu del bienaventurado y dócil joven durante todo su viaje, vuelve flexible mi corazón a tus inspiraciones, para que sea puro en cada acción que lleve a cabo durante mi vida.
Padrenuestro, Ave, Gloria.
Bendita la Santísma Trinidad por las gracias concedidas a san Rafael Arcángel.
4. Oh sabio arcángel, que al estar Tobias cerca de ser devorado por el monstruoso pez a orillas del río Tigris, le diste valentía para aferrarlo por las branquias y sacarle el corazón, el hígado y la hiel, para obtener prodigiosas ventajas; dame un valor similar, para que no sea presa de los tres enemigos capitales; por el contrario, al combatir intrépidamente, saque provecho y mérito de sus mismas insidias.
Padrenuestro, Ave, Gloria.
Bendita la Santísma Trinidad por las gracias concedidas a san Rafael Arcángel.
5. Oh purísimo arcángel, que liberaste a Sara, hija de Raguel del demonio Asmodeo que la atormentaba, y lanzaste al demonio al desierto de Egipto; libera mi alma del espíritu inmundo, y aléjalo de mí, para que no me venza, ni quede infestado por ese enemigo lisonjero.
Padrenuestro, Ave, Gloria.
Bendita la Santísma Trinidad por las gracias concedidas a san Rafael Arcángel.
6. Oh brillante arcángel, medicina de Dios, que enseñaste a Tobías la manera de quitar la densa niebla de los ojos de su viejo padre, y así devolverle perfectamente la vista; quita cualquier velo de mis ojos y mi mente, para que conozca con claridad la voluntad de Dios, y pueda servirlo fielmente y con perseverancia.
Padrenuestro, Ave, Gloria.
Bendita la Santísma Trinidad por las gracias concedidas a san Rafael Arcángel.
7. Oh benéfico arcángel, que tú, finalmente, tras custodiar sano y salvo a Tobías, colmado de riquezas, con su esposa elegida lo volviste papá; vela sobre mí tu humilde servidor, para que al mantenerme ileso de cualquier mancha de culpa, pueda tras mi peregrinaje en la tierra, lleno de virtud y adornado con vestidos nupciales, ser presentado a mi Padre celestial. Así sea.
Padrenuestro, Ave, Gloria.
Bendita la Santísma Trinidad por las gracias concedidas a san Rafael Arcángel.