Durante su viaje en México en 2016, Papa Francisco fue consultado sobre la posibilidad de recurrir al aborto como mal menor frente al contagio de mujeres embarazadas, el Pontífice descartó de plano que el aborto pueda resolver algo.
“El aborto no es un mal menor: es un crimen. Es echar fuera a uno para salvar a otro. Es lo que hace la mafia. Es un crimen, es un mal absoluto”, indicó el Papa.
Sobre el mal menor, pidió “no confundir el mal de evitar el embarazo, por sí solo, con el aborto. El aborto no es un problema teológico: es un problema humano, es un problema médico. Se asesina a una persona para salvar a otra (en el mejor de los casos) o para vivir cómodamente. Va contra el juramento hipocrático que los médicos deben hacer. Es un mal en sí mismo, pero no es un mal religioso al inicio: no, es un mal humano. Después, evidentemente, como es un mal humano cada asesinato es condenado”.