Hoy queremos compartir con vosotros está increíble testimonio: un testimonio te hará no volver a salir de tu casa, sin dar gracias por un día más de vida. Esto le ocurrió a San Bernardo.
En el patio del convento tenían una imagen que representaba a la santísima Virgen María, Bernardo tenía la costumbre de pasar meditando por el patio y cuando estaba cerca de la imagen se detenía unos segundo y le decía con cariño: “Yo te saludo María”, así fue por años hasta que un día al pasar por ahí, la imagen le contestó: “Yo te saludo Bernardo”.
Muchos se preguntan, por qué venerar a “una imagen”, la respuesta es simple, por el mismo motivo que sacas de tu cartera una foto de tu esposa o tus hijos y le das un tierno beso, lo hacer por lo que representa para ti, la imagen es como una foto, nos recuerda el amor que la Virgen nos tiene.
Los grandes santos eran devotos de la Virgen María, ella siempre los ayudó en sus empresas, por más difíciles que parecieran.
Hay un saludo de san Juan Eudes que me gusta mucho.
Yo te saludo, María, Reina de los mártires,
Yo te saludo, María, Reina del mundo,
Yo te saludo, María, Reina de mi Corazón,
Yo te saludo, María, llena de gracia.
La Virgen es Madre, y los hijos acudimos confiados a nuestras madres, somos hijos espirituales de la santísima. “Nunca se olviden que tienen una Madre en el cielo”.
¿Sientes que no sabes cómo llevar adelante tu vida en medio de tantas dificultades? Sigue esta recomendación de San Bernardo y te irá bien:
“En los peligros, en las angustias, en las dudas, acuérdate de María, invoca a María”.
Dios te bendiga y la santísima Virgen María te cubra con su manto.