Ahora puedes hacer una oración de peregrino en la basílica de Guadalupe desde la comodidad de tu hogar
Para millones de fieles católicos, la peregrinación a la basílica de Nuestra Señora de Guadalupe es una tradición anual.
Cada año, el santuario en Ciudad de México recibe unos 20 millones de visitas, algunas de las cuales viajan durante días a pie para pedir la intercesión de la Santísima Madre.
Sin embargo, muchos miles más mandan sus oraciones sin siquiera poner un pie en el suelo sagrado del santuario.
New York Magazine informa de que, desde 2001, el sitio web oficial de la basílica tiene abierto un portal por el cual se pueden entregar oraciones digitalmente.
Cada día, el gestor de la web, Ricardo Galindo Melchor, encuentra entre 350 y 450 oraciones nuevas en su buzón —una cifra que aumenta considerablemente durante las celebraciones católicas— y las descarga en una memoria externa que luego deposita en una cajita de madera instalada a los pies de la imagen de María.
Las oraciones quedan bajo la atención de la Santa Virgen durante 15 días antes de borrar el dispositivo y llenarlo con oraciones nuevas. Malchor nunca lee las oraciones, por respeto a la privacidad de quien hace la petición.
En los 17 años que la basílica ha ofrecido este servicio han realizado varios ajustes en el proceso.
Al principio, Melchor imprimía cada oración en un folio exclusivo. Esta práctica se abandonó debido a la enorme cantidad de papel necesario, que, en palabras de Melchor, eran “folios y folios y más folios”.
Durante unos pocos años, grababan en un CD las oraciones y luego lo desechaban cuando lo sacaban de la caja. Ahora, gracias a los avances en tecnología USB, Melchor puede alojar decenas de miles de oraciones en un pequeño dispositivo reutilizable.
El padre Andrés Enrique Sánchez Ramírez, uno de los muchos sacerdotes de la basílica de Guadalupe, dice que aunque la práctica pueda resultar extraña a algunos, fue promocionada por el papa san Juan Pablo II:
“[JPII] vio cuánta gente venía a Guadalupe y quiso que ella fuera capaz de ir también hasta esas personas. Demuestra la extensión de la presencia de la Virgen; al igual que en la basílica, con sus puertas siempre abiertas, todo el mundo puede estar cerca de ella”.
Pero para peregrinos como Rodolfo y Noel, no se puede comparar con la experiencia real. Los dos peregrinos caminaron durante cuatro días desde Temascalcingo, un pueblo en el Estado de México, hasta llegar a la basílica. Ellos creen que el trayecto a la basílica es una parte esencial de la peregrinación:
“Es una cuestión de fe”, afirma Rodolfo. “Caminar es como una penitencia, te permite reflexionar sobre tu vida diaria y sobre lo que necesitas cambiar”.
“Cerca del final, sientes que ya no puedes más, pero la fe te motiva a continuar”, añade Noel.
Rodolfo y Noel no son los únicos con esta opinión, ya que otras personas a las afueras de la basílica rieron ante la idea de enviar por email sus oraciones.
Melchor, en cambio, discrepa de este sentimiento y comenta que “ella no te querrá más porque hagas más esfuerzo”.
El padre Ramírez considera la práctica de enviar oraciones por correo electrónico algo similar a encender una vela votiva:
“Existe una necesidad espiritual, psicológica, natural, antropológica de expresar, de dejar algo permanente, de hacer algo manifiesto”. Y continuó: “Piensa en una madre y su hijo. Él tiene que emigrar y se lleva consigo una foto de su madre. La fotografía le sirve como recordatorio de ella, para mantener su amor. Sin embargo, eso nunca invalidará su vuelta a casa, su necesidad de un abrazo de su madre, de un beso suyo. Lo que empiezas online cuando escribes a la Virgen lo completas aquí en el santuario”.
Deja aquí tu petición a la Virgen de Guadalupe. Ella se encarga.
Fuente: Aleteia