Rosario de las Lágrimas
derramadas por Jesús
Quien rece en devoción y gratitud bajo el espíritu de la Santa Fe, Yo le prometo:
– La liberación del alma.
– La sanación espiritual.
– La concreción del acto redentor, lo que significa la liberación de las faltas graves.
– El perdón en cada etapa de la vida.
– La unificación de la familia.
– La reconciliación con Adonai.
– La restauración de las almas perdidas y de las almas presas en el fuego terrestre de este mundo.
– La fusión espiritual y superior con el Espíritu Santo.
– El reconocimiento de la misión espiritual para cada ser.
– La libertad interior.
– El fortalecimiento de la Fe interior.
– El camino de la ascensión por medio de la oración del corazón.
– La Gracia de amar cada día más la Creación y el Universo.
– La oportunidad de exorcizar la vida material, para que ingrese la Ley Espiritual.
– La oportunidad de vivir en Mi Divina Misericordia durante el tiempo de la Justicia Divina.
Por eso para aliviar Mi Corazón Doloroso e impedir que más lágrimas sigan derramándose sobre Mi rostro, les entrego este rosario de las lágrimas, las que son derramadas por Mí al ver las causas y las acciones injustas de las almas. A través de vuestra devoción secarán Mis lágrimas y alegrarán Mi ultrajado Corazón Misericordioso. Aquel que Me busque y Me contemple a través del Rosario de las Lágrimas de Jesús, le prometo ayudarlo a cumplir lo posible en lo imposible y a liberarlo de todo mal y de toda persecución.
Para honrar Mi Sagrado Corazón, ustedes rezarán en la cuenta de unión:
Por todas las lágrimas derramadas en la Crucifixión de Jesús,
Shekinah, haznos dignos de servir a Tu Hijo.
Amén
Primera decena:
Por las lágrimas que hoy derrama Jesús por la ingratitud,
Shekinah, libera al mundo entero.
Segunda decena:
Por las lágrimas que derrama Jesús por la persecución y la muerte,
Shekinah, restablece Tu Misericordia en el mundo.
Tercera decena:
Por las lágrimas que derrama Jesús por los no nacidos,
El-Shaddai, alivia la gran deuda de este mundo.
Cuarta decena:
Por las lágrimas que derrama Jesús por la perdición,
El-Shaddai, unifica ahora y siempre todos los corazones.
Quinta decena:
Por las lágrimas que derrama Jesús por la negación,
Iod He Vaud He, cura profundamente todas las almas.
Amén