El Santo Padre Pío de Pietrelcina era muy devoto de una especial imagen del Niño Jesús que tenía en su celda en San Giovanni Rotondo.
El Santo de los estigmas la llamaba Niñito de los besos (Bambinello dei baci) porque cada vez que estaba ante él lo besaba y le rezaba.
La estatua está hecha de una sola pieza de madera y está revestida con una túnica que lo cubre hasta los pies.
La imagen será expuesta en la Iglesia de San Salvatore in Lauro en Roma desde el 24 de diciembre.