Monseñor José Luís Azcona Hermoso es un Agustino español, que obra en las misiones en Brasil. Su testimonio sobre Medjugorje es crucial para comprender cuáles pueden ser los frutos que, el viaje y la escucha atenta de los mensajes confiados a los videntes, producen cada día.
Aquí están sus palabras: “Conozco a algunas personas de la zona del norte de Brasil, profesores e industriales, que eran ateos y que se convirtieron en Medjugorje hace unos quince años. Asisten a la Santa Misa todos los día y son muy activos en el interior de la Iglesia. Existe una gran diferencia entre los peregrinos que vienen a este lugar y los que visitan otros lugares. La experiencia de Medjugorje es una experiencia de conversión. Hablan de otra forma acerca de los otros lugares. Aquí la vida de la gente cambia. Veo la autenticidad de las conversiones de Medjugorje. El motivo de mi venida, de mi esperanza y de la gracia que deseo recibir aquí es el de mi conversión personal, de una profundización de mi conversión personal.”
Medjugorje “Aquí la vida de la gente cambia”
Y Monseñor José Luís Azcona Hermoso tiene una idea muy clara sobre como recibir y por qué los mensajes de la Reina de la Paz: “Creo que la conversión sea el primer mensaje. De la conversión proviene todo el resto: una transformación de la sociedad, la paz con Dios, la paz con el prójimo, con la naturaleza, con el ambiente. La vida eterna. Jesús viene. ¡Preparémonos! Como sacerdote, obispo, seguidor de los apóstoles, quiero decir: queridos católicos, acepten con fuerza y con gozo la cruz de Jesús, porque en El está la salvación y la alegría. Eso es lo que la Virgen desea de nosotros. El Concilio nos dice que la verdadera devoción hacia la Virgen conduce a Jesús, a Jesús crucificado, y al amor hacia el Padre.”
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