¿Estás deprimido? Prueba esta poderosa oración

La depresión es algo muy terrible contra la cual lucha la persona que la padece constantemente, es como si el mundo se le viniera encima y no pudiera levantarse, lo único que quiere esta persona es estar acostado sin hacer nada, sin ser molestado, no le da ni hambre ni sueño.

Puede llegar a ser el resultado de miles de factores, pero no importa cuál sea este factor, la oración siempre ayudarás y más si se realiza con fe y devoción.

Oración para combatir y sanar la depresión

Padre amado, en tus manos pongo todas mis preocupaciones, cargas y sufrimientos que están causando un terrible mal a mi alma.

Señor, sé que tu amor es eterno y siempre diriges tu mirada a todos aquellos cuanto sufren porque Tú nos amas con un amor eterno.

Tu compasión todo lo puede, tu compasión es capaz de tocar mi vida y mi corazón y transformar todo mi dolor y frustración en deseos llenos de vida y de esperanzas.

Ven Señor, escucha mi plegaria, llévate mi dolor causada por esta depresión que me mantiene en la calle ciega del desconsuelo y en el que la desesperanza ha invadido mi vida.

Tu Palabra es poderosa, tu Palabra es fuente de sanación y de vida, por eso, a Ella me confío, bajo su sombra me cobijo y en tus manos me pongo.

Por la fe, sé que Tú me proteges y en este momento vienes en mi auxilio para alejar el dolor y la tristeza que abate mi alma

Invoco a los Santos Ángeles custodios para que sean ellos mi pedestal, mis protectores, mi apoyo espiritual contra los poderes del maligno que quieren gobernar mi vida.

Ven y libérame de esta amarga depresión en la que me encuentro. Sana todas esas heridas que no han cerrado y que me mantienen atado a rencores y dolores pasados.

Dame la fortaleza necesaria para sobrellevar con esperanza este tiempo difícil y pueda yo llegar a descansar junto a las aguas tranquilas de tu presencia.

Señor, enséñame como elegir mis caminos. Que pueda yo sentir tu mano poderosa sobre mí y encontrar alegría y protección en tus sacramentos, los cuales son el escudo de la fe que tengo para defenderse contra esos dardos venenosos de la desesperanza y la depresión.

Gracias, Padre, porque sé que Tú me has escuchado en este momento, porque sé que en este instante estás moviendo las cosas de tal manera que pronto pueda ver yo una salida llena de luz, una salida llena de amor en tu nombre.

Gracias porque por medio de tu Verdad, me estás levantado en victoria y dejas fuera del alcance a toda depresión que intenta invadir mi espíritu.

Gracias, amado Padre, porque en este momento, estás derramando bendiciones a mi vida

En el nombre poderoso de Jesús.

Amén

Estrategia que ayuda a derrotar la depresión

La depresión puede ser sanada con un simple hábito espiritual, la estrategia principal para derrotar la depresión es:

Durante 30 días consecutivos lee y medita los salmos, desde el 80 hasta el 91, durante esos días ofrecerás comunión dominical por todos los enfermos del mundo.

Al término de esos 30 días notarás una gran transformación interior que podría conducirte a una sanación completa de tu depresión.

Para salir de la desesperanza y la depresión lleva contigo esta oración escrita por San Ignacio:

Oh Cristo Jesús, cuando todo es oscuridad y sentimos nuestra debilidad e impotencia, danos el sentido de tu presencia, tu amor y tu fortaleza

Ayúdanos a tener una confianza perfecta en tu amor protector y la fortaleza de tu poder, de manera que nada pueda asustarnos o preocuparnos, para que, los que vivamos cerca de Ti, Veamos tu mano, tu propósito, tu voluntad a través de todas las cosas.

Amén.

San Ignacio de Loyola

Por otra parte, tienes el consuelo de nuestra Santa Madre, que siempre cuida a sus hijos, pídele que te acompañe en tu sanación:

Oh, mi querida reina, mi esperanza, oh Madre de Dios, protectora de los huérfanos y protectora de los que se ven perjudicados, la que rescata a los que se pierden, y el consuelo de todos los que están en apuros: Tú ves mi miseria, mi dolor y mi soledad.

Ayúdame en este momento de mi vida, en la que me siento impotente. Dame fuerza.

Madre mía, tú sabes lo que sufro, tú conoces mi dolor. Conoces mi desesperación, mi frustración y todo el decaimiento que me ha traído la depresión.

Auxíliame con tu mano generosa, ¿Quién más podría ser mi esperanza, mi protectora y mi intercesora ante Dios?

Tú que eres mi madre, mi consuelo, mi ayudante, protégeme y sálvame; lleva el dolor lejos de mí; ahuyenta la tristeza de mi corazón y sácame de este abatimiento.

Ayúdame, oh ¡Madre de mi Dios! Madre del Verbo Divino

Amén

Cuenta Instagram de la Luz de Maria -> Aquí

Gestione cookie