Se dice que Santa Teresa de Lisieux (del Niño Jesús) tuvo una especial devoción a Nuestra Señora de la Sonrisa.
Parece que la devoción comenzó desde ella, en un período en el que sufrió, por lo que hoy habríamos asociado con ataques de pánico y depresión.
Ella misma escribió: “El día 13 de mayo de 1883, fiesta de Pentecostés. Desde la cama, dirigí la mirada a la imagen de Nuestra Señora y… De repente, la Santísima Virgen me pareció bonita, tan bonita que nunca vi algo semejante, su rostro exhalaba una bondad y una ternura inefables, pero lo que caló hondo en mi alma fue la sonrisa encantadora de la Santísima Virgen.
Todas mis penas de fueron en ese momento, dos gruesas lágrimas rodaron por mis mejillas y cayeron por mi rostro, eran lágrimas de pura alegría… ¡Ah! pensé, la Santísima Virgen me sonrió, estoy feliz…
Fuera por causa de ella, por sus intensas oraciones, que tuve la gracia de la sonrisa de la Reina de los Cielos…”
Oración a la Virgen para sanar la depresión
Oh María, Madre de Jesús y Madre nuestra, que con una clara sonrisa te dignaste consolar y sanar a tu hija Santa Teresita del Niño Jesús de la depresión, devolviéndole la alegría de vivir y el sentido de su existencia en Cristo Resucitado, te pedimos que mires con maternal afecto a tantos Hijos e hijas que sufren con la depresión, trastornos y síndromes psiquiátricos y males psicosomáticos.
Que Jesúcristo cuide y dé sentido a la vida de tantas personas, cuya existencia a veces está deteriorada.
María, que tu hermosa sonrisa no deje que las dificultades de la vida oscurezcan nuestra alma. Sabemos que sólo tu hijo Jesús puede satisfacer los anhelos más profundos de nuestro corazón.
María, mediante la luz que brota de tu rostro, transparente la misericordia de Dios.
Que tu mirada nos acaricie, y nos convenza de que Dios nos ama y nunca nos abandona, y tu ternura renueve en nosotros la autoestima, la confianza en las propias capacidades, el interés por el futuro y el deseo de vivir feliz.
Que los familiares de los que sufren con la depresión ayuden en el proceso de sanación, nunca considerándolos farsantes que usan la enfermedad con intereses de comodidad, sino que los demás los valores, escuchen, comprendan y animen.
Virgen de la Sonrisa, alcánzanos de Jesús la verdadera sanación y líbranos de alivios temporales e ilusorios.
Sanados, nos comprometemos a servir con alegría, disposición y entusiasmo a Jesús como discípulos misioneros, con nuestro testimonio de vida renovada.
Amada Señora de la Sonrisa, ruega por nosotros.
Amén.
Rezar 2 Avemarías en honor de las dos lágrimas de alegría que rodaron por el rostro de Santa Teresita del Niño Jesús
Cuenta Instagram de la Luz de Maria -> Aquí