Benedicto XVI en una audiencia general del 2010 sobre los santos, nos cuenta detalladamente la vida de santa Catalina y resume el tratado de “Las siete armas espirituales”:
- Tener cuidado y solicitud en obrar siempre el bien.
- Creer que nosotros solos nunca podremos hacer algo verdaderamente bueno.
- Confiar en Dios y, por amor a Él, no temer nunca la batalla contra el mal, tanto en el mundo como en nosotros mismos.
- Meditar a menudo los hechos y las palabras de la vida de Jesús, sobre todo su pasión y muerte.
- Recordar que debemos morir.
- Tener fija en la mente la memoria de los bienes del Paraíso
- Tener familiaridad con la Santa Escritura, llevándola siempre en el corazón para que oriente todos nuestros pensamientos y acciones.
El santo padre añade a modo de recomendación que:
“¡Un buen programa de vida espiritual, también hoy, para cada uno de nosotros!”