Ave María de la Dolorosa:
Dios te salve, María, llena de dolores, el Crucificado está contigo, afligida tú eres entre todas las mujeres y dolorido es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre del Crucificado: danos lágrimas a los que hemos crucificado a tu Hijo, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.