Medjugorje: Según David Murgia, el delegado pontificio Monseñor Hoser prohibió la recepción de la comunión en manos.
La disposición no estaría vinculada a un simple cuestión de “etiqueta”, sino para evitar estafas.
La contribución de Monseñor Hoser a Medjugorje
La llegada de Monseñor Hoser a Medjugorje fue bien recibida por la diócesis y los devotos de Nuestra Señora. Para ellos, de hecho, es la primera señal del acercamiento del Vaticano al culto que se vive en el país bosnio, y de hecho es así. El emisario del Papa aún no se ha expresado sobre las apariciones marianas, y prefiere dejar la palabra al Santo Padre sobre este aspecto. Sin embargo, ha contribuido a difundir una imagen positiva del lugar.
En varias ocasiones, el Visitante Apostólico ha enfatizado la “bondad de los frutos” generada por la devoción mariana, reiterando que el culto es cristocéntrico y recientemente enfatizado ya que Medjugorje no es visto con sospecha. La permanencia del emisario papal en territorio bosnio también sirvió para suavizar las diferencias con la Diócesis de Monstar, que según él tenía un malentendido de las apariciones.
Monseñor Hoser prohíbe la comunión en las manos.
Según el periodista David Murgia en su blog “Ilsegnodigiona’M”, Monseñor Hoser prohibió prohibido a cualquiera que viniera a Medjugorje a recibir la comunión en sus manos. La razón de esta decisión no está relacionada con la diatriba planteada por el cardenal Sarah. También porque el mismo Papa Francisco reiteró que no hay ningún problema en recibirlo de esta manera. Pero entonces, ¿por qué se impuso esta prohibición?
La razón está relacionada con lo que sucedió en la ciudad bosnia a lo largo del tiempo. Parece que hubo peregrinos que escondieron la Eucaristía en su bolsillo, después de haber recibido la partícula de los sacerdotes. ¿La razón de este gesto? Simple, estas personas revenden los hostias consagrados bajo el mostrador o en Internet obteniendo monstruosas cifras (hasta 500 euros).