En la mañana del 8 de mayo de 1902, el volcán de la montaña Pelée erupcionó. La lava llegó inmediatamente a la ciudad de Saint-Pierre, destruyéndola completamente. En cambio, ese mismo día, el pueblo de Morne-Rouge se salvó milagrosamente aún cuando estaba a las faldas del volcán. El hecho prodigioso fue acompañado con la aparición de Jesús y de su Sagrado Corazón en el Santísimo Sacramento expuesto para la adoración pública. Fueron muchos los testigos que pudieron asistir al Prodigio.
Milagro eucarístico: todos los fieles piden perdón.
El 8 de mayo de 1902, fiesta de la Ascensión, el volcán de la montaña Pelée comenzó a erupcionar arrojando lava y cenizas. La población de Morne-Rouge, muy devota al Sagrado Corazón de Jesús, se volcó inmediatamente a la iglesia parroquial para implorar a Nuestra Señora de la Déliverance la salvación del pueblo ante la catástrofe inminente. Ante el peligro, muchos buscaron la reconciliación acudiendo a la confesión.
El párroco, Padre Mary, impartió la absolución general a todos los fieles, distribuyó la Santa Comunión y expuso el Santísimo Sacramento para la adoración pública. Luego, en un momento, una mujer gritó: “¡El Sagrado Corazón de Jesús está dentro de la Hostia!”. Muchísimas personas fueron testigos de la aparición de Jesús en la Hostia que mostraba su Sagrado Corazón coronado de espinas. Otros afirmaron de haber visto Sangre que derramada el Corazón de Jesús. La visión duró muchas horas y cesó sólo cuando la custodia fue reservada en el tabernáculo.
El 8 de mayo el pueblo de Morne-Rouge fue salvado de la furia devastadora del volcán y este hecho ayudó a que la población se reconciliara con Dios y recibiera los Santos Sacramentos para poder así morir en gracia de Dios. El 30 de agosto del mismo año una violenta erupción del volcán destruyó el pueblo de Morne-Rouge.