¡Oh Cristo, Tú eres mi Rey!
Dame un corazón caballeroso para contigo.
Magnánimo en mi vida: escogiendo todo cuanto sube hacia arriba, no lo que se arrastra hacia abajo.
Magnánimo en mi trabajo: viendo en él no una carga que se me impone, sino la misión que Tú me confías.
Magnánimo en el sufrimiento: verdadero soldado tuyo ante mi cruz, verdadero Cireneo para las cruces de los demás.
Magnánimo con el mundo: perdonando sus pequeñeces, pero no cediendo en nada a sus máximas.
Magnánimo con los hombres: leal con todos, más sacrificado por los humildes y por los pequeños, celoso por arrastrar hacia Ti a todos los que me aman.
Magnánimo con mis superiores: viendo en su autoridad la belleza de tu Rostro, que me fascina.
Magnánimo conmigo mismo: jamás replegado sobre mí, siempre apoyado en Ti.
Magnánimo contigo: Oh Cristo Rey: orgulloso de vivir para servirte, dichoso de morir, para perderme en Ti.
Meditación Que alegría es seguir al Señor! Si vivimos junto con Cristo nada puede abatirnos… Read More
Medjugorje: ¿Qué tiene que decirnos hoy la Reina de la Paz? Mensaje del 25 de… Read More
Salmo 104,4-5.6-7.8-9 R/. El Señor se acuerda de su alianza eternamente Recurrid al Señor y a… Read More
Evangelio según San Marcos 12,28b-34. En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: «En verdad,… Read More
Medjugorje: ¿Qué tiene que decirnos hoy la Reina de la Paz? Mensaje del 25 de… Read More
Meditación Con esta invitación la virgen desea que la imitamos en el compartir la Palabra… Read More