Taissa en 2015 permanece repentinamente paralizada debido a una mielitis cervical. Durante 8 meses, la joven de 23 años se quedó atrapada en una cama de hospital, pero gracias a la rehabilitación y a las curas pudo dejar con dificultad la silla de ruedas y el andador, pudiendo moverse con la ayuda de muletas.
A pesar de los progresos, la chica no podía doblar las rodillas y su movilidad era muy reducida. Su padre, Alberto, ve en sueño a la Virgen que le dice de llevar a la hija sobre el Krisevac. Empujado por su corazón viaja a Medjugorje.
Taissa: curación milagrosa
El primer pensamiento de Alberto y Taissa fue escalar la colina de las apariciones para orar a Nuestra Señora y presenciar la aparición de Mirijana.
Después de haber rezado a Nuestra Señora y haber descendido nuevamente, Alberto se quedó perplejo porque no hubo ninguna aparición (personal) nì alguna curación. En el último día de peregrinación, Taissa y Alberto se preparan para regresar a Padua (Italia) y algunos peregrinos sugieren hacer una etapa a la iglesia de San Giustina para obtener el aceite bendito producido por los monjes.
Precisamente en ese lugar sucede algo milagroso: “Entrando en la Iglesia mi hija, de repente, advierte una fuerza que la lleva a dejar sus muletas y caminar como si estuviera marchando. La rodilla izquierda se movió (un movimiento imposible para ella) y comenzó a llorar diciéndome: ‘¡Papá, papá, soy yo! Puedo moverme sola”.
Ahora Taissa puede moverse sola y agradece la Gospa (la Virgen) por el milagro milagro obtenido.