EN aquel tiempo, salió Jesús de Samaría para Galilea. Jesús mismo había atestiguado:
«Un profeta no es estimado en su propia patria».
Cuando llegó a Galilea, los galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta.
Fue Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino.
Había un funcionario real que tenía un hijo enfermo en Cafarnaún. Oyendo que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a verlo, y le pedía que bajase a curar a su hijo que estaba muriéndose.
Jesús le dijo:
«Si no veis signos y prodigios, no creéis».
El funcionario insiste:
«Señor, baja antes de que se muera mi niño».
Jesús le contesta:
«Anda, tu hijo vive».
El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino. Iba ya bajando, cuando sus criados vinieron a su encuentro diciéndole que su hijo vivía. Él les preguntó a qué hora había empezado la mejoría. Y le contestaron:
«Ayer a la hora séptima lo dejó la fiebre».
El padre cayó en la cuenta de que esa era la hora en que Jesús le había dicho: «Tu hijo vive». Y creyó él con toda su familia. Este segundo signo lo hizo Jesús al llegar de Judea a Galilea.
Palabra del Señor
La tarde del Jueves Santo: "Misa de la Cena del Señor" Al comienzo de la… Read More
Santa Kateri Tekakwitha, la flor mas bella que haya florecidoentre los hombres de piel rojiza,el lirio… Read More
Medjugorje: ¿Qué tiene que decirnos hoy la Reina de la Paz? Mensaje del 25 de… Read More
Salmo 115,12-13.15-16bc.17-18 R/. El cáliz de la bendición es comunión con la sangre de Cristo ¿Cómo… Read More
Evangelio según San Juan 13,1-15. Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que… Read More
Medjugorje: ¿Qué tiene que decirnos hoy la Reina de la Paz? Mensaje del 25 de… Read More