San Pío da Pieltrecina, nos ha dejado una gran colección de cartas escritas entre 1902 y 1968, el Epistolario, que está dividido en cuatro volúmenes: las Obras Escolares, las Cartas a los Padres Espirituales, las Cartas a los Hijos Espirituales, las Cartas a la Familia.
De ahí tomamos estos consejos espirituales que ayudarán y confortarán nuestro espíritu:
1. Caminemos siempre con paso lento para que tengamos el afecto bueno y determinado, no podemos sino caminar en el bien. (Epist. II, p. 588)
2. Sean como pequeñas abejas espirituales, tu casa tiene que estar llena de dulzura, de paz, de armonía, de humildad y piedad en tu conversación. (Epist. III, p. 563).
3. Mantente firme y constantemente unido a Dios, consagrándole todos tus afectos, todos tus problemas, todo tu ser, esperando pacientemente el regreso del hermoso sol. (Epist. III, p. 670)
4. Quien tiene tiempo no espere tiempo. No postergues para mañana lo que hoy puedes hacer. Escuchemos la voz de nuestra conciencia, la voz del real profeta: si hoy escuchas la voz del Señor, no cierres tus oídos. No interpongamos el tiempo entre instante e instante, que a este no lo poseemos. (TN, in Epist. IV, pag. 877s.)
5. Te ruego, por la mansedumbre de Jesús y por las entrañas de misericordia del Padre celeste, a nunca enfriarte en la vía del bien. (Epist. II, p. 259)
6. Deja también que la naturaleza se vea afectada del sufrimiento, porque no hay nada más natural en esto excepto que el pecado; tu voluntad, con la ayuda divina será siempre superior y el divino amor nunca faltará en tu espíritu, sino descuidas la oración. (Epist. III, p.80)
7. No vayas nunca a acostarte sin antes haber examinado tu conciencia de cómo has pasado tu jornada y no antes de haber dirigido todos tus pensamientos a Dios, seguido del ofrecimiento y consagración de tu persona y de todos los cristianos. (Epist. II, p. 277)