Ataque a Catedral de Managua: Destruyen imagen de Cristo con bomba molotov

Un desconocido ingresó a una de las capillas de la Catedral de Managua (Nicaragua) y lanzó una bomba molotov que provocó un incendio y destruyó el sagrario y la imagen de la Sangre de Cristo, un hecho que ha sido calificado de “acto de terrorismo” por el Cardenal Leopoldo Brenes.

En un comunicado del 31 de julio, la Arquidiócesis de Managua (Nicaragua) informó que una persona no identificada ingresó a las 11:00 a.m. a la Capilla de la Sangre de Cristo y lanzó una bomba que incendió y destruyó parte de su infraestructura.

Según el diario local La Prensa, testigos dijeron que el sujeto ingresó a la capilla encapuchado y con un objeto en la mano, y dijo lo siguiente: “Vengo a la Sangre de Cristo”. Otra testigo llamada Alba Ramírez “afirmó que el hombre que lanzó la bomba es conocido” y que “sospechan que fue un encargo planeado”.

Se trata de “un acto de profanación totalmente condenable, por lo que debemos permanecer en constante oración para derrotar a las fuerzas malignas”, expresó la Arquidiócesis.

En la capilla se ubica el Santísimo en su sagrario, y la consagrada y venerada imagen de la Sangre de Cristo, de casi 400 años de antigüedad y ante la cual San Juan Pablo II se arrodilló en su segunda visita a la ciudad en febrero de 1996.

Según la página de Facebook de la Catedral de Managua, el sagrario, la cúpula y parte del templo fueron destruidos y dañados. La cruz, aunque dañada, permaneció erguida en su lugar.

Al llegar al lugar del atentado, el Arzobispo de Managua, Cardenal Leopoldo Brenes, dijo que “este fue un acto planificado, planificado con mucha calma”. “Esto fue un acto de terrorismo”, denunció.

Durante la investigación a cargo de la Policía Nacional Criminalística, la Catedral de Managua Inmaculada Concepción transmitió en vivo en su página de Facebook el rezo del Rosario realizado dentro de la capilla en escombros a cargo de religiosas, religiosos y trabajadores eclesiales.

“Hoy con profundo dolor, con lágrimas en los ojos damos esta triste noticia. Han atacado, han quemado a Cristo presente en la Eucaristía, en el Sagrario, donde amorosísimo espera a sus hijos, y que ha recibido de nosotros los hombres ingratitudes, desamor”, señaló la Catedral en un video publicado en Facebook.

“Ha sido quemada esta preciosa imagen de la Sangre de Cristo que por casi 400 años ha acompañado al pueblo fiel de Managua, de Nicaragua. En momentos difíciles, en momentos de dolor, de llanto y luto, siempre acompañó a sus hijos”, agregó.

También pidieron a los fieles “que sigan unidos en oración para pedir perdón por todos los sacrilegios, los actos cometidos en odio a la fe”, por los que “persiguen a la iglesia, para que el Señor les alcance misericordia, les perdone y una sincera conversión”, y también “para que el señor fortalezca nuestra fe ¡Que viva la Sangre de Cristo! ¡Que viva!, ¡Cristo reina, Cristo impera por siempre!, Amén”.

Recientemente, se han producido otros ataques contra capillas en Nicaragua. El más reciente es el producido el 29 de julio, cuando desconocidos profanaron con “saña y odio” la capilla de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en el municipio de Nindirí, en Masaya.

Según informa el P. Jesús Silva, párroco de la capilla, los sujetos no solo robaron la custodia y el copón, sino que ultrajaron el sagrario, pisotearon las hostias, destruyeron imágenes y muebles e “hicieron sus necesidades fisiológicas sobre lo que pudieron”.

Similarmente, el 27 de julio, desconocidos arrastraron por el suelo el Sagrario de Jesús Sacramentado del Sagrario de la Capilla Nuestra Señora del Carmen, ubicada en la Parroquia Nuestro Señor de Veracruz, Masaya. El párroco, P. Pablo Villafranca, señaló que durante el ataque, destruyeron parte de los muebles y robaron bienes materiales.

La Catedral de Managua también sufrió un atentado el 20 de julio a manos de un conductor en estado de ebriedad, que irrumpió con una camioneta en el templo, destruyendo parte de su infraestructura. Según testigos de la Arquidiócesis, el conductor iba con dos niños a bordo y destruyó tres de sus portones.

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