Este 31 de enero, cuando la Iglesia celebra la fiesta de Don Bosco, el Cardenal Daniel Sturla, Arzobispo de Montevideo (Uruguay) compartió una tierna foto del fundador de la Familia Salesiana confesando a un niño que años después se convertiría en su segundo sucesor, Pablo Albera.
“La foto que más me gusta de Don Bosco, confesando a un jovencito que luego será su segundo sucesor. Feliz día a toda la Familia Salesiana”, escribió el Cardenal.
El P. Albera es conocido en la historia salesiana como el “Pequeño Don Bosco”, a quien conoció personalmente desde muchacho. Su fotografía más popular es esta en la que el niño Pablo se confiesa con con Don Bosco en el Oratorio de Turín en 1861.
Pablo nació el 6 de junio de 1845 en None, una población entre Turín y Pinerolo. Era el séptimo hijo de una familia de campesinos de clase media y se encontró por primera vez con Don Bosco en la parroquia de su pueblo cuando tenía 13 años de edad. El 18 de octubre de 1858 ingresó al Oratorio de Valdocco.
En 1860, con solo 15 años hizo su primera profesión ante Don Bosco. Estudió teología y se licenció en literatura en Mirabello.
Fue ordenado sacerdote el 2 de agosto de 1868, a los 23 años. En 1875 abrió una casa para vocaciones tardías y en 1881 fue elegido inspector de las obras salesianas de Francia en donde hizo crecer el apostolado. En Marsella recibió el sobrenombre de Le petit (El pequeño) Don Bosco.
Volvió a Turín en 1891 como catequista general de la Congregación y en 1900 el P. Rúa lo envió como visitador de las casas salesianas de América.
Desde 1910 hasta su muerte fue Rector mayor de los Salesianos, el segundo sucesor de Don Bosco. Durante su mandato la congregación siguió creciendo pese a que en ese periodo se dio la Primera Guerra Mundial entre 1914 y 1918.
Falleció el 24 de octubre de 1921 en Turín a la edad de 76 años.
Fuente: AciPrensa
