En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: «Si quieres, puedes limpiarme.»
Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó, diciendo: «Quiero: queda limpio.»
La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio.
Él lo despidió, encargándole severamente: «No se lo digas a nadie; pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés.»
Pero, cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo, se quedaba fuera, en descampado; y aun así acudían a él de todas partes.
Palabra del Señor
Recemos juntos esta hermosa oración a Santa Rita da Cascia, encomendemos a la santa a… Read More
Si tienes ansiedad, intenta recitar estas oraciones para dejar tu mente tranquila Oración de la… Read More
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Oración para todos los… Read More
Medjugorje: ¿Qué tiene que decirnos hoy la Reina de la Paz? Mensaje del 25 de… Read More
Salmo 95,1-2a.2b-3.7-8a.9-10a.c R/. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones. Cantad al Señor un… Read More
Evangelio según San Juan 2,1-11. En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea,… Read More