La niña que combate la enfermedad con una sonrisa y deslumbra a todos – VÍDEO

Cuando la enfermedad golpea a los niños nos pone en crisis pero es de uno de ellos que que llega la reacción que tiene del increíble


La pequeña, a pesar de estar en el hospital, recibió a todos con una sonrisa y ayudó, incluso a quienes la rodeaban, a afrontar todo con una sonrisa. Así, la muerte fue superada de alguna manera. Su historia que conmueve y toca el corazón.

El Papa conmovido por la historia de Maki

Una historia que conmovió e hizo rezar a todos, incluido el Santo Padre que recibió la noticias de la niña. Ella es Maki y el mismo Francesco conoció su historia después de que le regalaran un libro en 2014 donde se contaba la historia de la niña.

Una niña a la que no le habían dado muchas esperanzas de vida, pero que vio una recuperación que, en cambio, los médicos han definido como un verdadero milagro. De hecho, un video mostró a los médicos como la niña había empezado a correr.

Una enfermedad afecta a una niña tan pequeña.

Maki tenía una enfermedad neurológica que la llevó a tener hasta 20 convulsiones al día. La pequeña ya no pudo, con sus propias fuerzas, soportar todo esto y, tras ser trasladada al hospital, tuvo que ser sometida a 6 cirugías, lo que provocó que le extirparan casi la mitad de su cerebro. Algo imposible de soportar para una niña y sus padres.

Donaba una sonrisa a todos

maki
maki

Su tía Null García en su blog personal contò la historia de la pequeña “Cuando todos a su alrededor estábamos con un nudo en la garganta porque le estaba dando una crisis grande, ella aguantaba, y cuando terminaba, se ponía a bailar. No ha derramado ni una sola lágrima y todos a su alrededor hemos llorado como niños (bueno, como no todos los niños). Cuando estaba un poco mejor (aunque caminase mal y estuviese medicadísima) quería jugar al escondite, correr por el jardín del hospital y hacía bromas sin parar.

En la última fase de la enfermedad las crisis han sido continuas, pero temblándole constantemente la mejilla ella te cogía la cara y te daba besitos sin parar. Ayer fuimos a verla por última vez antes de la operación, y mientras yo estaba muy nerviosa por cómo iba a salir, ella bromeaba haciendo como que me quitaba la nariz y se la comía. Luego me la devolvía, eso sí. Y me preguntaba qué personaje me pedía en la peli de dibujos que estaba viendo. Y hoy, entraba al quirófano abrazada a su osito Lulú con una sonrisa en la cara. Estaba contenta porque la iban a curar”.

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