El trabajo que el artista logró crear a pesar de su severa discapacidad visual es verdaderamente extraordinario.
El Hombre de la Sábana Santa inspiró una escultura de valor absoluto. Andrea Bianco, 50 años, de Bolzano, realiza obras apreciadas ya a nivel internacional.
El rostro de Cristo tallado en arcilla
Su Ecce homo según la Sábana Santa, es la reproducción en arcilla vidriada del rostro del Crucifijo, fielmente inspirado en la sábana sagrada conservada en Turín. La escultura fue realizada bajo la supervisión de la profesora Emanuela Marinelli, bióloga y sindonóloga de fama mundial.
Si miras el rostro de Cristo esculpido por Andrea Bianco, las analogías con el Hombre de la Sábana Santa se entienden con bastante facilidad. Es precisamente la imagen de Cristo desfigurada por las torturas.
Le falta una parte de la barba, porque le fue arrancada. La nariz es aplanada y la punta tiende hacia la izquierda. También se puede notar un golpe de palo, comenzando desde la nariz y avanzando hacia el pómulo de manera oblicua.
El ojo derecho está hinchado, igual que el de la Sábana Santa. En la frente se puede ver un hilo de sangre en forma del número 3. Por último, está la corona de espinas, diferente a la de las iconografías tradicionales y mucho más cercana al original
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