Nuestra Señora en su mensaje del 25 de agosto de 2001, nos invita a poner el deseo de santidad en el centro de nuestra vida.
Este tiempo, que se prolonga desde el 24 de junio de 1981, se caracteriza por un acontecimiento único en la historia de la humanidad, la presencia de Virgen entre nosotros, en Medjugorje.
Mensaje de Medjugorje del 25 de agosto de 2001 a la vidente Marija
“¡Queridos hijos! Hoy, los invito a todos a decidirse por la santidad. Que para ustedes, hijiitos, la santidad esté siempre en primer lugar en vuestros pensamientos, en toda situación, en vuestro trabajo y en vuestras palabras. Así, vosotros también la pondréis en práctica poco a poco; paso a paso la oración y la decisión por la santidad entrarán en vuestra familia. Sean verdaderos con vosotros mismos y no se aten a las cosas materiales, sino a Dios. Y no olviden, hijitos, que vuestra vida es pasajera como una flor. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”
Reflexión
Nuestra Señora es sencilla y clara en sus palabras: “Hoy los invito a todos a decidirse por la santidad”. No somos nosotros los que nos hacen santos, sólo Dios nos hace santos, pero no puede hacerlo si no nos decidimos. Todo parte de nuestra decisión por la santidad, por eso debemos tener el valor de ser “anormales” para este mundo.
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