Jesús interviene en la vida de dos niños que no se conocen, de diferentes maneras y en diferentes momentos, y lo que surge es impactante.
Colton y Akiane han tenido experiencias diferentes, pero ambas relacionadas con Cristo y con el Paraíso. Cada uno de ellos tuvo la oportunidad de conocerlo y ver su grandeza con el corazón abierto.
La experiencia mística de Akiane
Son sólo dos niños, de 4 y 6 años, pero su vida ha estado marcada por una importante y extraordinaria experiencia: conocer a Cristo. Ellos son Colton y Akiane.
Akiane nació en 1994 de una familia muy pobre y a los 4 años la pequeña comenzó a tener visiones místicas del Paraíso, llevándolas también en papel, a través de dibujos muy particulares. Sin embargo, será un retrato de Jesús, como ella misma lo había visto en una visión, a la edad de 6 años, para que todos sepan lo que ella había visto.
Akiane también le puso nombre a este retrato: “El príncipe de la paz”. Más tarde, sus fotos darán la vuelta al mundo, hasta los ojos de Colton, de 4 años, hijo de un pastor protestante.
Los ojos de Jesús también reconocidos por Colton
Colton, a diferencia de Akiane, nunca había podido ver una imagen de Jesús, pero al mirar las fotos del retrato de la niña, reconoce los ojos de Jesús.
Sin embargo, él también había tenido una experiencia mística, al borde de la muerte. De hecho, en 2003, Colton sobrevivió a una peritonitis por milagro. Será durante una operación quirúrgica, que intentará salvarle la vida, que los ángeles lo conducen al cielo, donde se encontrará con Jesús y sus familiares fallecidos.
Serán los ojos de Jesús los que lo sorprenderán … los mismos ojos que Akiane había pintado en su cuadro.
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