Una niña de once años que estaba a un paso de la muerte suplica a Jesús frente a la ‘sábana sagrada’ y sucede lo increíble.
Son muchos los milagros que han tomado forma alrededor de la Sábana Santa. En el siglo pasado, el episodio más sensacional le sucedió a una chica inglesa.
Un caso desesperado
En 1954, Josie Woollam, de 11 años, fue hospitalizada por una osteomielitis grave que, entre otras cosas, paralizó sus extremidades inferiores. El médico no le dio esperanzas.
La familia, sin embargo, se enteró de las conferencias celebradas por el sindonólogo Leonard Cheshire, quien en esos años se ocupó ampliamente de la Sábana Santa y de los prodigiosos acontecimientos que produjo.
Al probar la última carta desesperada, la madre de la niña le escribió al profesor Cheshire, explicándole su caso. El erudito respondió adjuntando una foto de la Sábana Santa, de la cual Josie quedó particularmente impresionada.
La pequeña paciente sostuvo esa foto en su mano durante mucho tiempo y después de un tiempo experimentó un alivio del dolor en sus huesos. El dolor disminuyó de manera tan constante que después de solo dos semanas, Josie pudo ser dada de alta.
La foto y el original
Contra todo pronóstico, la niña siguió mejorando, hasta que un día, Cheshire le pidió al rey Umberto II un permiso extraordinario de mostrar a la niña el original de la Sábana Santa en Turín.
Para la ocasión, se desenrolló el sudario, Josie lo sostuvo en sus brazos y, en ese momento, de repente, se curó. Hasta un momento antes, aunque había mejorado notablemente, permanecía en la silla de ruedas.
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