Una caída accidental le había causado heridas insoportables. Se dirige desesperado hacia el Santo Fraile que escucha su oración y el milagro ocurre instantáneamente.
Junto a los milagros directos, obtenidos por intercesión de su persona, también están los “indirectos”. Se trata de curaciones inexplicables o milagros que ocurrieron cuando el Santo Fraile no estaba presente directamente en el sitio.
Los milagros de San Francesco
San Francisco siempre ha escuchado a todos los que se dirigieron a él con una fe segura y sincera. Uno de los milagros que os contamos, extraído del “Tratado de los milagros”, se refiere a una curación inexplicable, la de un sacristán.
La caída de Niccolò y el comienzo del sufrimiento
Niccolò era sacristán y una mañana, al entrar en la iglesia, cayó tan trágicamente que su intestino se filtró hasta la parte baja del abdomen. Algunos corrieron y lo llevaron de regreso a la cama.
Estuvo inmovilizado en cama durante ocho días. Muchos médicos fueron llamados, pero el dolor aumentó y la dolencia no solo no sanó, sino que empeoró. El sufrimiento de Niccolò crecía cada vez más y, ya, se sentía cerca de la muerte.
Luego se volvió hacia San Francesco. Le suplicó a su hija que le implorara la ayuda del Santo Fraile. Dejándose a un lado, la joven comenzó a rezar.
La curación
De repente, su padre le devolvió la llamada, mientras ella aún rezaba. Con inmensa alegría y asombro, le dijo que estaba curado. Cada parte del cuerpo había vuelto a su lugar y se sentía mejor, incluso más que antes del accidente. Los médicos encontraron su recuperación inexplicable. Luego se comprometió a tener siempre al Beato Francisco como su patrón y celebrar el día consagrado a él todos los años.
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