El 9 de Diciembre la Iglesia recuerda San Juan Diego. Nació en 1474 en Cuauhtitlán.
Su nombre era Cuauhtlatoatzin, que en su lengua materna significaba “Águila que habla” o “El que habla con un águila”
San Juan Diego murió en 1548. San Juan Pablo II lo beatificó en 1990 y lo canonizó en el año 2002. En esta última ocasión Juan Pablo dijo: “¡Amado Juan Diego, ‘el águila que habla’! Enséñanos el camino que lleva a la Virgen Morena del Tepeyac, para que ella nos reciba en lo íntimo de su corazón”
Oración
Oh venturoso san Juan Diego,
que fuiste elegido para convertir a la fe a tus hermanos,
que con tu ejemplo y oración
nos recuerdas que Santa María de Guadalupe
es también nuestra Madre amorosa y compasiva
que escucha las plegarias de sus hijos,
alivia nuestras penas y dolores,
y remedia nuestras miserias y dificultades.
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¡Glorioso San Juan Diego,
estrella maravillosa de Dios!
Santidad comprobada desde tu nacimiento,
modelo insigne de humildad y pureza.
La inocencia fue tu estandarte,
y tanta y tan bella es tu alma
que la más blanca y celestial doncella,
nuestra Madre siempre Santa,
te escogió para dar al mundo su hermosísima imagen.
Amado san Juan Diego
hoy te pido de corazón me ayudes
y mediante tu intercesión,
y la de la perfecta Virgen Santa María de Guadalupe,
te suplico me obtengas
de nuestro Señor Jesucristo
que sea bendecido en mi economía
para solucionar mis acuciantes necesidades,
en especial te pido ayuda para solventar este problema
que tanto me aflige y desespera:
(decir lo que se necesita conseguir).
Pide a la virgen de Guadalupe que medie ante su Hijo
para que con celeridad me sea concedido lo que pido,
que me coloque bajo su sombra y cuidado
y me dé el consuelo y amparo que tanto preciso,
así como la gracia de la santidad para mí
y para toda mi familia: la raza humana.
Ruega por nosotros dichoso San Juan Diego
para que seamos sanados, salvados y liberados
de nuestros enemigos y del maligno
y de todas sus amenazas y persecuciones,
para que seamos bendecidos
con los dones del Espíritu Santo
y alcancemos la salud del alma,
de la mente y del cuerpo,
así como progreso material y espiritual,
para que al final de esta vida
seamos dignos, por tu intercesión, de la Patria Celestial.
Amén.
San Juan Diego intercede por nosotros.
Santa María de Guadalupe ruega al Señor Jesús por nosotros.
Rezar la Salve, Avemaría y Gloria.
Repetir la oración y los rezos tres días seguidos.
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