San Genaro, el milagro se repite en Nápoles: la sangre se licúa. La procesión vuelve a estar presente después de dos años
En Nápoles se repitió el milagro de la disolución de la sangre de San Genaro. A las 5 de la tarde se han quitado los pañuelos blancos de la diputación cuando en la vitrina que contenía las ampollas: la sangre del santo se ha licuado, hecho poco frecuente pero que ya ha ocurrido en el pasado.
La procesión hacía tres años que no se realizaba: en 2019 no se realizó por el mal tiempo, en los últimos dos años por la emergencia del Covid.
El Arzobispo de Nápoles dijo que “la sangre de San Genaro invita hoy más que nunca, a trabajar con todos para detener el flujo de sangre inocente, las manos de los hermanos que arremeten contra los hermanos, las heridas que desgarran el tejido social”.
Después añadió: “¡La sangre todavía fluye! Fluye en nuestra Europa, en este mundo nuestro, habitado por la insensatez de la guerra, por el odio fratricida, por la locura del hermano que levanta la mano contra su hermano”
Todavía existe una: “sangre benéfica que continúa fluyendo, una sangre habitada por la sangre misma de Cristo, una sangre a la que nos remite la sangre del obispo Genaro”, concluyó.
San Genaro: cuando ocurre el milagro
La sangre seca de San Genaro, que se conserva en dos frascos de vidrio en la Catedral de Nápoles, se licúa tradicionalmente tres veces al año:
–el 19 de septiembre la fiesta del santo, que conmemora su martirio en el calendario litúrgico católico;
–el 16 de diciembre de la fecha de la erupción del Monte Vesubio en 1631, que se cree que fue detenido gracias a la intervención del santo;
-y el sábado anterior al primer domingo de mayo, cuando es trasladada la reliquia a la Basílica de Santa Clara.
Según la leyenda, la sangre de San Genaro fue recogida por una mujer llamada Eusebia justo después de su muerte.
Puede interesarte -> Poderosa oración de acción de gracias para la sagrada Eucaristía
Cuenta Instagram de la Luz de Maria -> Aquí