“’Un signo de esperanza al mundo, sufriente por el conflicto en Ucrania, y profundamente herido por la violencia de los tantos escenarios de guerra aún activos’, reza el comunicado del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización. La cita será el martes 31 de mayo, a las 18 horas, en conexión por streaming desde la Basílica de Santa María la Mayor en Roma.” – Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano
Invoquen la intercesión de María contra la locura de la guerra, porque “nada es imposible para Dios”. Una vez más lo hará el Papa, desgranando el Rosario junto a los fieles del mundo y en conexión con algunos de los Santuarios que se encuentran en escenarios de guerra. Será la conclusión del mes mariano de mayo, que Francisco había abierto pidiendo, al Regina Coeli, el rezo del Rosario todos los días.
La oración incesante del Papa
En todo momento desde el comienzo de la guerra “sin sentido” en Ucrania, Francisco, en ocasiones públicas y privadas, no ha dejado de invocar la intercesión de María para que terminen la muerte y la destrucción y se encuentre una solución política y diplomática.
Fue el 25 de marzo cuando la súplica a Nuestra Señora por la paz y el acto de consagración de la humanidad, en particular de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María, en la hora oscura que vive el mundo, reunió a millones de fieles. Y de nuevo en las audiencias generales y luego al final de la catequesis dominical.
El domingo 1° de mayo, cuando comenzaba el mes dedicado a la Madre de Dios, después del rezo del Regina Coeli el Santo Padre dijo: “Una vez más, y desde aquí, renuevo el llamamiento de que se establezcan corredores humanitarios seguros para las personas atrapadas en la acería de esa ciudad. Sufro y lloro pensando en los sufrimientos de la población ucraniana y en particular de los más débiles, los ancianos y los niños. Llegan Incluso terribles noticias de niños expulsados y deportado”.
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