Salve, gentil y amorosa, Santa Clotilde,
dulce e ilustre Reina de los Francos, que
con tu fe y perseverancia en el Señor
convertiste a tu marido e hiciste de
Francia —durante muchos siglos —un
venerable y fiel estado en la fe católica,
imploro tu poderosa intercesión en esta
mi gran necesidad.
Ayúdame, santa Santa Clotilde, desde
tu altura de gloria en el cielo. Tú, que
durante tu estadía en la tierra, bebiste
profundamente del cáliz de dolor del
Salvador, ten piedad de mi penosa
angustia, especialmente. . .
(Aquí haz tu petición).
Otorga también que, a través de mis
penas, pueda, como tú, purificar mi fe
y nunca perder la esperanza en la
misericordia de Dios.
Amén.
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