Antes de comenzar la oración deben estar encendidas la primera y la segunda vela de la corona. Crear un ambiente con poca luz y colocar una imagen de la Virgen al lado de la corona, con un cirio a sus pies.
TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
MONITOR: Alegrémonos porque el Señor está cerca de nosotros y viene a traernos la reconciliación. Encenderemos la cuarta y última vela de nuestra corona. Que este símbolo nos recuerde la proximidad de la venida del Señor Jesús, que viene a traernos alegría y esperanza. Iniciemos la oración de esta semana cantando MORADA DE LA LUZ (u otro canto apropiado). CELEBREMOS UNIDOS A LA VIRGEN MARÍA, PORQUE ESTÁBAMOS CIEGOS Y NOS DIO A LUZ EL DÍA, PORQUE ESTÁBAMOS TRISTES Y NOS DIO LA ALEGRÍA. 1. Mujer tan silenciosa y encumbrada, ahora más que el sol, recibes en tu vientre al mismo Dios, al que es tu Creador. 2. Lo que Eva en una tarde misteriosa buscando nos perdió, Tú, Madre, lo devuelves florecido en fruto salvador. 3. Tú que eres bella puerta del Rey sumo, Morada de la Luz, la puerta nos abriste de los cielos al darnos a Jesús.
LECTOR: Lectura tomada del Evangelio según San Lucas 1, 39-49: En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: «¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor». María dijo entonces: «Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi salvador, porque el miró con bondad la pequeñez de tu servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso he hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo!»
MONITOR: La presencia del Señor Jesús entre nosotros nos llena de gozo y alegría. Es la Madre quien nos lo hace cercano, quien permite que esa Luz llegue a nosotros e ilumine nuestra vida. En compañía de Santa María encendamos la última vela de nuestra corona de Adviento mientras cantamos. (Una persona enciende la cuarta vela mientras se entona el canto que se propone a continuación o uno apropiado).
HOY SE ENCIENDE UNA LLAMA (u otro canto apropiado) Hoy se enciende una llama en la corona de Adviento que arda nuestra esperanza en el corazón despierto y al calor de la Madre caminemos este tiempo Un primer lucero se enciende anunciando al Rey que viene preparad corazones allánense los senderos Hoy se enciende una llama en la corona de Adviento que arda nuestra esperanza en el corazón despierto y al calor de la Madre caminemos este tiempo. Crecen nuestros anhelos al ver la segunda llama nacer como dulce rocío vendrá el Mesías hecho Niño. Hoy se enciende una llama en la corona de Adviento que arda nuestra esperanza en el corazón despierto y al calor de la Madre caminemos este tiempo. Nuestro gozo hoy quiere cantar por ver tres luceros brillar con María esperamos al Niño con alegría. Hoy se enciende una llama en la corona de Adviento que arda nuestra esperanza en el corazón despierto y al calor de la Madre caminemos este tiempo.
MONITOR: Oremos. Padre misericordioso, que quisiste que tu Hijo se encarnara en el seno de Santa María Virgen, escucha nuestra súplicas y concédenos tu gracia para que sepamos acoger al Señor Jesús, tu Hijo, que contigo vive y reina en unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
TODOS: Amén.
TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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